lunes, 26 de enero de 2009

Sin palabras


Las palabras quedaron aprisionadas tras los muros que tapiaron los sentimientos, olvidándose de todos los actos que ellas mismas desencadenaron durante mucho tiempo.
Encerradas en el interior de los labios lacrados por miedo a repetirse y a comprometerse de nuevo con su significado… así desaparecieron, dejando de ser la copia de un original ya deteriorado, el testimonio inexacto de la verdad interior del ser que las declamaba en todos los colores como un prestidigitador que saca de su boca infinidad de pañuelos de seda entrelazados.

A pesar de los ladrillos que las atraparon, en el exterior quedaron todas las palomas que el mago no supo ni pudo devolver a su chistera, como una prueba irrefutable de que la magia existió aunque sólo fuera un truco de ilusionismo mal ejecutado.