martes, 24 de febrero de 2009

¿Es más buena la gente cuando está enamorada?

En mi opinión sí, el amor nos hace más buenos.
Las ganas de agradar a la otra persona nos hacen limar asperezas de nuestro propio carácter, nos volvemos serviciales, generosos y desprendemos buen humor.
Salimos al mundo como si todo fuera nuevo, acabado de poner para nosotros y le sonreímos al árbol, al niño, al tendero, al anciano… a la calle.
Es un estado que hace que estemos más felices, más comprensivos y más dispuestos para con nuestros semejantes. Por lo tanto más bondadosos.


"Así, pues, están de acuerdo en que el Amor es el más antiguo de los dioses todos. también es de todos ellos el que hace más bien a los hombres; porque no conozco mayor ventaja para un joven, que tener un amante virtuoso; ni para un amante, que el amar un objeto virtuoso. Nacimiento, honores, riqueza, nada puede como el Amor inspirar al hombre lo que necesita para vivir honradamente; quiero decir, la vergüenza del mal y la emulación del bien. Sin estas dos cosas es imposible que un particular ó un Estado haga nunca nada bello ni grande. Me atrevo a decir que si un hombre, que ama, hubiese cometido una mala acción o sufrido un ultraje sin rechazarlo, más vergüenza le causaría presentarse ante la persona que ama, que ante su padre, su pariente, o ante cualquiera otro. Vemos que lo mismo sucede con el que es amado, porque nunca se presenta tan confundido como cuando su amante le coge en alguna falta."

Platón

del libro El banquete o del amor

martes, 17 de febrero de 2009

Women in art

500 Años de Retratos de Mujeres en el arte occidental

Música: Bach Sarabande de la Suite para Violonchelo Solo N º 1 en Sol Mayor, BWV 1007 realizada por Yo-Yo Ma



Para obtener una lista completa de los artistas y pinturas visita
http://www.maysstuff.com/womenid.htm

viernes, 13 de febrero de 2009

La conciencia


En la antigüedad teníamos más metros cuadrados que cosas. Ahora, en cambio, tenemos más cosas que metros cuadrados. Hace años, podías recorrer un pasillo de 15 metros sin tropezar con un solo mueble. Ahora no puedes dar dos pasos sin estrellarte contra una bicicleta estática, una vajilla de Chillida o la armadura de una tienda de campaña. Mucha gente cambiaría los objetos por metros cuadrados; el problema es que la mayoría de esos trastos sólo tienen un valor romántico, que no cotiza ni en los mercadillos de pueblo. Ya me dirán para qué sirve la maleta de madera con la que papá se fue a Alemania, el televisor en blanco y negro que conservamos absurdamente debajo de una cama o la impresora portátil que compramos hace 15 años por si acaso ¿Por si acaso qué?. Lo bueno, ahora lo comprendemos, eran los metros cuadrados. No hay cosa mejor que cien o doscientos metros cuadrados, todos juntos, sin más objetos que la foto del abuelo en la pared del pasillo y una alacena en el comedor. Construir viviendas pequeñas por sistema es como escribir frases cortas por obligación. La frase corta funciona bien como desván, como cuarto trastero, como altillo en el que introducir una o dos ideas pequeñas (las que caben en una columna, por ejemplo). Pero para vivir, para respirar, para estar a gusto, nada como un piso de seis o siete habitaciones, cuatro exteriores y tres interiores, además de la cocina, el baño y los aseos. Ahora, dada la escasez de metros cuadrados y la abundancia de cosas, ha aparecido un negocio nuevo, el de los trasteros que guardan toda esa basura doméstica. Hemos vendido el alma (o los metros cuadrados) a cambio de cosas que brillaban, de espejuelos con los que no sabemos qué hacer. Deberíamos regresar a la frase larga, a la oración compuesta, al pasillo de 15 metros de largo. A la conciencia.


Juan José Millás
Artículo copiado de EL PAIS

sábado, 7 de febrero de 2009

Bonga Kuenda

Compositor y cantante comprometido de Angola, país que hace tan sólo cinco años terminó con la guerra civil mas larga del continente africano. Bonga se ganó un lugar en el corazón de los Angoleños hace casi 30 años cuando comenzó a cantar acerca de la humillación, de la miseria del exilio y de la rebelión de África contra el colonialìsmo, defensor incansable por la solución de los conflictos étnicos que han devastado su país por casi dos décadas.

Su música es un latido de libertad, sus canciones siempre han sido reivindicativas. Dice Bonga que "Al principio la música fue un instrumento de oposición a la colonización portuguesa. La utilizábamos para informarnos de lo que ocurría en los barrios pobres. Mantener nuestra música era mantener nuestra lengua, el kimbundu, y nuestra cultura. "Sin esa resistencia hoy cantaría fados en portugués"